¿Que nos impide avanzar?, el miedo. Sea cual sea ese temor que llevamos dentro es la muralla que no nos permite ver qué hay del otro lado. Nos justificamos, vamos sumando y aumentando los bloques de ese muro, y las escusas son como aquel cemento que une pretextos y fijan aquella edificación.
Los muros del miedo son distintos. Existen murallas en el corazón, tremendas fortalezas que lo protegen, de tal manera, que no se da ni siquiera la oportunidad de hacer un orificio en algún bloque para visualizar si hay algo nuevo que aprender y alimentar a ese corazón aislado.
Temor que todos construimos: ser descubiertos tal como somos, a veces eso que tanto queremos ocultar, queda a la vista y es ahí cuando nos avergüenza, entonces como desesperados queremos construir una muralla china a nuestro alrededor.
Otro murallón es el miedo al fracaso, a sentirnos peces fuera del agua. No somos perfectos y reconocer que estamos llenos de errores, creo que es el primer paso, el martillo, para comenzar a derribar ese pánico.